4 de noviembre de 2010

San Manuel Bueno, Martir

Hace ya tanto que terminé de leer este libro que ya recuerdo poco de él. Pero por suerte tengo ahora la costumbre de apuntar en la última página las páginas donde se encuentran los pasajes que llamaron mi atención y, en el caso de San Manuel Bueno, Martir, los pasajes son dos y bien distintos.
El primero más que por el contenido, por la casualidad. No es la primera vez que comento en este Blog el hecho de que al leer dos o más libros simultáneamente, resulte que refieren al mismo tema. Pero en este caso, la coincidencia es más que notable, pues las palabras de Unamuno son casi exactas a las de Russell en Elogio de la ociosidad, libro que dejamos para otra entrada (aún hay que terminarlo). La frase en cuestión, que ambos escritores cuestionan, es la siguiente:
«Cuando oía eso de que la ociosidad es la madre de todos los vicios, contestaba: "Y del peor de todos, que es el pensar ocioso".» (p. 96)
La segunda tiene más que ver con la realidad social y económica, en un nuevo argumento para evitar, a toda costa, el tener tiempo para pensar.
«Que traen una nueva sociedad, en que no haya ricos ni pobres, en que esté justamente repartida la riqueza, en que todo sea de todos, ¿y qué? ¿Y no crees que del bienestar general surgirá más fuerte el tedio a la vida?» (p. 120)
Mejor, por tanto, seguir disfrutando de las injusticias y de este modo no tener tiempo para pensar si la vida tiene (o no) sentido.