27 de enero de 2008

El espejismo de Dios

Este es el verdadero promotor del Blog. Cuando leí este libro durante las navidades, pensé que debía tomar notas de las cosas que me guatan de los libros. En un segundo momento se me ocurió tomar las notas en el ordenador, haciendo algo así como una base de datos. Por último se me ocurrió que lo más acertado podía ser un blog, de modo que lo que yo apunto, leo y pienso, quede al descubierto para todos el que le interese.

En cuanto al libro, deciros que a mí me parece demoledor para La hipótesis de Dios (Aquella que le sobraba a Pascal). MI impresión parte sin duda del hecho de que yo ya estoy convencido, pero tras leerlo uno no entiende muy bien de qué forma se puede defender la existencia de un Dios. La verdad es que me gustaría conocer la opinión de un no convencido como yo. De hecho la busqué por Internet sin mucho entusiasmo y ninguna fortuna. Poco después abandoné la búsqueda un poc cansado de ver lo bonito que es tener fe.

Del primer capítulo cito una cita de H.L. Mencken

"Debemos respetar la religión del otro, pero solo en el mismo sentido y con la misma extensión en que respetamos su teoría de que su mujer es la más guapa y sus niños los más listos."



Con la que estoy absolutamente de acuerdo. Basta ya de escudarse en que sobre la religión no hay debate, porque entonces le estamos haciendo el juego a la propia religión, que a lo que aspira es a que no haya debate, ¿cómo si no va a hacer creer a nadie sus dogmas que no superan la menor prueba lógica?

Nada más clarificador que esta cita de Bertrand Russell y del capítulo 2 (por cierto que también tengo pendiente algo más de la mitad del Por qué no soy cristiano de Russell)

"Muchas personas ortodoxas hablan como si pensaran que es asunto de los escépticos refutar los dogmas recibidos en vez de ques ena los dogmáticos quienes los prueben.Por supuesto, esto es un error. Si yo fuera a sugerir que entre la Tierra y Marte hay una tetera china girando alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie sería capaz de desmentir mi aserción (...) Pero si luego yo digo que, como mi aserción no puede refutarse, es una presunción intolerable por parte de la razón humana dudar de ello, pensarían de mi (...) que estoy diciendo sinsentidos. Sin embargo, si en los libros antiguos se afirmara la existencia de esa tetera (...) la duda a la hora de creer en su existencia se convería en una seña de excentricidad y harían que un psiquiatra reconcienra al dubitativo(...)"



Si el libro es un Best-seller antiguo, pues mejor para él. Pero que por eso tengamos que creer todo lo que ponga en él...

Lo demás lo dejo para que lo leais vosotros excepto una única cuestión que me ha llamado fuertemente la atención, supongo que por el (gran) momento que estoy viviendo. Se trata de un mandamiento que aparece en la página 284 y que no me resisto a reproducir:

No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos, cómo evaluar evidencias y cómo estar en desacuerdo contigo.



Voy a hacer mío este mandamiento (aunque desconozco la receta para conseguirlo). En todo caso, trataré (trataremos) de que no sea un niño cristiano, musulmán o ateo, ni tampoco socialista, conservador o comunista. Tiempo tendrá de ponerse etiquetas (o de que se las pongan) y, antes de eso, de decidir si quiere tener alguna etiqueta sobre él.

20 de enero de 2008

Dios es peligroso

Si no hay tiempo de leer un libro, quizá sí lo hay para leer un artículo. Éste se publicó el 12 de enero de 2008 en la página 27 de El País.

El tema de la religión está en los inicios de este blog, aunque de forma todavía extrañamente ausente. De hecho todo comenzó con un creciente interés por comentar un libro de Richard Dawkins titulado El espejismo de Dios al que tendré que dedicar en un futuro más de un post.

Este libro constituyó una de mis lecturas navideñas que amenizaron la espera y me convencieron de la necesidad de no tratar de imponer una determinada religión a nadie, incluido un pequeño e indefenso recién nacido.

El caso es que los temas se entrelazan con mucha facilidad en las lecturas y sin saber bien como abrí el periódico para encontrar este texto que da en la diana de lo que venía a ocupar el lugar de mis reflexiones navideñas y, además en un día tan señalado.

Del texto os estraigo lo siguiente:

"(...) El nuevo testamento dice "Todos somos iguales ante Dios". Esta igualdad (...) es la que sustenta socialmente las religiones cristianas. Sin embargo, la consecuencia de ello es que con la misma radicalidad que se suprimen las diferencias sociales y políticas, se establece una nueva distinción fundamental y una nueva jerarquía ne el mundo: entre los creyentes y los no creyentes. Con ello se priva generalmente a los no creyentes de la categoría de personas. Las religiones pueden construir puentes entre las personas allí donde existen jerarquías y fronteras, pero cavan a la vez nuevos abismos allí donde no existían."


La pregunta, a mi, se me antoja obvia: ¿No podríamos (los humanos) tender esos mismos puentes sin apelar a la fé o, mejor dicho, a ninguna fe? ¿No basta con tener fe en que otro mundo, otra forma de conducir las relaciones humanas, son posibles?

19 de enero de 2008

Nuestro tal Lucas

Como era de prever, la parte racional superó a la irracional. El libro se terminó como estaba previsto el día 10 por la noche, pero a Lucas no le apetecía mucho salir, así que se hizo esperar hasta el día 12, pero al fin llegó.

Ahora estoy muy contento y disfrutando de Lucas. Así que no tengo tiempo para la lectura. Proseguiré con este experimento cuando el tiempo lo permita.

10 de enero de 2008

Un tal Lucas (2)

Mañana vendrá Lucas. A veces pienso que no vendrá (por su pie) hasta que termine el libro. Voy a intentarlo esta tarde.

No sé por qué a veces me dan estas ideas tipo Amelie, pero por intentarlo no pasa nada.

Supongo que todos tenemos una parte racional y otra más irracional. La segunda en mi caso, cree en casualidades como esta, que, imagino, tienen su base en la idea de que existe un orden cósmico que todo lo controla. Mi parte racional no cree en ese orden, la irracional se va a poner a leer.

Ayer leí Amor 77 que ya había leido/oido varias veces en el contenedor de Radio Villacañas.

"Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."



Mañana veremos a Lucas como es. Ójala pueda ser y le dejen ser, lo que no dudo es que será.

8 de enero de 2008

Un tal Lucas

Llegué a este libro por indicación de mi hermano Mario, cuando se enteró de que ése era precisamente el nombre de su sobrino. Mario lo tenía en un estante sujeto con cuerdas (el estante). Yo lo busqué en Zaragoza; me costó 4 o 5 librerías y al final encontré en el Fnac una edición de Alfaguara impresa en Argentina.

Me cuesta un poco hacerme a este tipo de escritura, que no es otra cosa que un blog. La ventaja de los blogs actuales es que su publicación es inmediata, mientras que, de esos otros, sólo se han publicado los de aquellos de quienes sus editores pensaron que merecía la pena (léase, venta)

Volviendo al libro: Lo empecé varias veces, pero el primer intento serio lo hice este año, esperando en la puerta de la consulta de monitores a que Lucas generara una gráfica (con ayuda, claro). De lo que leí (la primera parte) me quedo con Lucas, sus intrapolaciones, que en mi edición está entre las páginas 33 y 34.
Después de acercarse a los movimientos instintivos de un pulpo desde una perspectiva antropomórfica (¿hay otra posibilidad?) culmina el relato con lo siguiente:

Considerablemete deprimido, Lucas se dice que a esas alturas lo único que cabe es una especie de intrapolación: también esto, lo que stá pensando en este momento, es un mecanismo que su conciencia cree comprender y controlar, también esto es un antropomorfismo aplicado ingenuamente al hombre.
"No somos nada", piensa Lucas, por él y por el pulpo.



Sorprende que este es el mismo tema de otro libro que ahora tengo entre manos El viaje al amor de Punset. El primer capítulo del libro habla precisamente de eso.

Parece extraño como a veces los libros se entrelazan. Otra coincidencia. El relato que da título al Blog habla de conferencias, como el relato Lucas, su nueva forma de pronunciar conferencias, el último que leí.

Tener varios libros entre manos hace que se entrelacen de una forma extraña. ¿No formará esto parte del mecanismo?

7 de enero de 2008

El gozo intelectual

El nombre del blog es como se llama el capítulo 50 de la parte práctica del libro de Jorge Wagensberg El gozo intelectual. Lo leí durante estas vacaciones de verano en los Oscos (Asturias). Mientras lo leía decidí que iba a comenzar a apuntar en algún tipo de libreta todo aquello que me fuera surgiendo de lo que leía, con el objeto de tenerlo siempre a mano. La decisión final ha surgido como propósito de año nuevo en forma de Blog y con este título que, quizá, sólo necesita una breve explicación. Vamos con ella.

Leer por hablar me ha animado a escribir sobre lo que leo, pero a escribirlo sin corregir, lo que salga, porque quiero que sea el pensamiento de mi cerebro presente (y presente) el responsable de lo escrito, más allá de la corrección/incorrección del texto.

Ahí queda, hoy nace, leer x hablar o hablar x leer que, casi, tanto da.