«Así a los pequeños hemos encontrado:
Absortos, dormidos, casi idiotizados,
Mirando la tele como hipnotizados,
Con los ojos fijos en esa pantalla
Hasta que sus órbitas parece que estallan.»(p. 155)
4 de noviembre de 2011
Charlie y la fábrica de chocolate
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11 de abril de 2011
Soldados de Salamina
«...porque las palabras sólo están hechas para decirse a sí mismas, para decir lo decible, es decir todo excepto lo que nos gobierna o hace vivir o concierne o somos...» (pp. 104 y 208)Entonces, ¿para qué sirven las palabras?
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4 de abril de 2011
¡Indignaos!
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3 de abril de 2011
La soledad de los números primos
«En el último mes se habían visto a menudo, sin citarse nunca expresamente pero tampoco sin encontrarse por casualidad.» (p. 146)A veces resulta extraño como en dos líneas se puede resumir algunos meses de tu vida que demuestran que a la casualidad conviene ayudarla de vez en cuando.
Ahora la del momento,
«Las decisiones se toman en unos segundos y se pagan el resto de la vida.» (p. 274)Se pagan o se cobran y a veces uno tiene la sensación de tener la deuda saldada. ¡Qué ganas tengo de tener una decisión que tomar!
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28 de marzo de 2011
La catedral del Mar
«Desde el inicio de su reinado, en el año 1291, Jaime II había tratado de imponerse a la oligarquía feudal catalana, para lo cual había buscado la ayuda de las ciudades libres y sus ciudadanos, empezando por Barcelona. Sicilia ya pertenecía a la corona desde tiempos de Pedro el Grande; por eso cuando el Papa concedió a Jaime II los derechos de conquista de Cerdeña, Barcelona y sus ciudadanos financiaron aquella empresa.» (p.68)¿De dónde era rey Jaime II? ¿Y Pedro el Grande? ¿A qué corona pertenecía Sicilia? Pues eso, que es innegable el poder económico y político de la actual Cataluña, pero no pasa nada por reconocer que no siempre fuera así, lo mismo que al revés. Hubo un tiempo en el que Aragón tenía poder político y económico y ya no lo tiene.
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17 de marzo de 2011
Elogio de la ociosidad
«Como casi toda mi generación, fui educado en el espíritu del refrán "La ociosidad es la madre de todos los vicios".» (p. 9)
«Es una postura esencial de cualquier sistema social (...) el que la educación vaya más allá del punto que generalmente alcanza en la actualidad y se proponga, en parte, despertar aficiones que capaciten al hombre para usar con inteligencia su tiempo libre.» (p. 19)
«Los argumentos a favor de un alto grado de libertad en la educación no se derivan de la natural bondad del hombre, sino de los efectos de la autoridad, tanto sobre los que la sufren como sobre los que la ejercen. Los que están sujetos a la autoridad se hacen o sumisos o rebeldes, y ambas actitudes tienen sus desventajas. Los sumisos pierden inicativa, tanto de pensamiento como de acción (...) Por otra parte, hay muchas maneras de rebelarse y sólo un número reducido de ellas es sabio.» (pp. 138-139)Para los que ejercen la autoridad, Russell reserva este párrafo
«El efecto sobre los educadores es todavía peor: tienden a convertirse en ordenacistas sádicos, satisfechos de inspirar terror y contentos de no inspirar nada más.» (p. 139)
«Tomemos un ejemplo. Supongamos que, en un momento determinado, cierto número de personas trabaja en la manufactura de alfileres. Trabajando -digamos- ocho horas por día, hacen tantos alfileres como el mundo necesita. Alguien inventa un ingenio con el cual el mismo número de personas puede hacer dos veces el número de alfileres que hacía antes. Pero el mundo no necesita duplicar ese número de alfileres: los alfileres son ya tan baratos, que difícilmente pudiera venderse alguno más a un precio inferior. En un mundo sensato, todos los implicados en la fabricación de alfileres pasarían a trabajar cuatro horas en lugar de ocho, y todo lo demás continuaría como antes. Pero en el mundo real esto se juzgaría desmoralizador. Los hombres aún trabajan ocho horas; hay demasiados alfileres; algunos patronos quiebran, y la mitad de los hombres anteriormente empleados en la fabricación de alfileres son despedidos y quedan sin trabajo. Al final, hay tanto tiempo libre como en el otro plan, pero la mitad de los hombres están absolutamente ociosos, mientras la otra mitad sigue trabajando demasiado. De este modo, queda asegurado que el inevitable tiempo libre produzca miseria por todas partes, en lugar de ser una fuente de felicidad universal. ¿Puede imaginarse algo más insensato?» (pp. 13-14)O que quizá lo que mueve el mundo no es la felicidad de las personas sino
«La historia toda demuestra que el gobierno siempre es manejado en interés de la clase dominante, excepto en la medida en que ésta pueda verse influida por el temor a perder el poder.» (p. 76)y atención a esta advertencia, también de 1932
«Sería necesario considerar las finanzas y la industria como formando un conjunto y tratar de alcanzar el mayor beneficio posible para tal conjunto, y no separadamente para las finanzas. Las finanzas son más poderosas que la industria cuando ambas son independientes, pero los intereses de la industria se aproximan más a los intereses de la comunidad que los intereses de las finanzas. Ésta es la razón por la que el mundo ha llegado a tal extremo: el excesivo poder de las finanzas.» (pp. 54-55)¿A qué os suena esto del excesivo poder de las finanzas?
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15 de marzo de 2011
Los diez mandamientos en el siglo XXI
«La verdadera libertad es la que proporciona al hijo los elementos para alcanzarla.
La educación es básica en el desarrollo de la libertad. Pero éste es un tema que encierra un drama. Quien educa, padre o maestro, lo hace para que el educado se autonomice. (...) Por lo tanto, el éxito de educar bien significa quedarse sólo.» (p. 74)
La otra cita, más en la linea social o profesional, es del tercer mandamiento, concretamente de la página 62
«(...)se debe tener en cuenta que no solamente hay que educar para desarrollar un oficio o una profesión. También hay que educar para el ocio, y conseguir una capacidad creativa que nos evite vivir esos momentos sólo en el despilfarro y el consumo, como hacen los prisioneros de su propia incultura.»Y es que, a veces, nos empeñamos en crear máquinas sumisas que encajen perfectamente en esta sociedad de trabajo orientada al consumo, cortando todo atisbo de rebelión creativa. Quizá estemos teniendo demasiado éxito. Volveremos sobre este tema en la próxima entrada.
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13 de febrero de 2011
El lado oscuro de Google
«La nueva técnica cooperativa propuesta por el underground digital ha vuelto del revés la ley de Brooks (...) en la medida en la que crecen las complejidades aumentan de forma exponencial los errores y, por lo tanto, un proyecto al que contribuyen millares de desarrolladores tendería a ser un código inestable y lleno de bugs. En cambio, mediante la revelación de los códigos fuente, la circulación libre en Internet de la documentación, la cooperación y el feed-back espontáneo de un número cada vez más elevado de sujetos en juego, las comunidades libres han demostrado que es posible una enorme mejora en la construcción de artefactos digitales, tanto desde el punto de vista del resultado como del proceso.»
Me parece extraordinario que una organización sin cabeza sea capaz de logros tan extremos como todo un sistema operativo, trabajo que parece que solo puede emanar de una organización empresarial, con una estructura racional del trabajo. Pues mira tú, no hace falta, basta con voluntarios y voluntad de poner el conocimiento en común.
Pasando un poco más hacia el contenido del libro, las críticas a Google se pueden resumir en:
- Intento de convertirse en el monopolio de las búsquedas.
- Intento de acaparar toda la información, incluida aquella a la que no se debería acceder (correos electrónicos, documentos, etc.)
- Utilización de avances del software libre para hacer software propietario.
- Querer parecer un motor de búsqueda instantáneo.
«Existe una distinción profunda entre buscar y encontrar. Google nos hace encontrar las cosas, produce satisfacción, sensación de acumulación. Pero podría no ser tan interesante el hecho de "encontrar" como el acto mismo de "buscar"; quizás sea interesante no encontrar nada, pues si no se consigue encontrar quiere decir que estamos sumergidos en la búsqueda.» (p. 161)Fragmento que me trae a la mente a Lucas diciendo que no "busca" algo (un coche, una pieza de un rompecabezas,...). Es posible que no se esté equivocando, que lo que quiere es no encontrarla para alargar así el proceso de la búsqueda (y el juego).
Termino con dos avisos
«La rapidez en alcanzar el resultado va en detrimento de la calidad de la búsqueda.» (p. 155)y
«Debemos recordar siempre que la calidad de las respuestas depende de nuestra subjetiva percepción de la aceptabilidad del resultado. Para poder aceptar o rechazar un elaborado de búsqueda resulta esencial el ejercicio de la capacidad crítica, la conciencia de la subjetividad del propio punto de vista.» (p. 151)No es que no se tenga que usar Google, ni mucho menos. Pero queda claro que, aunque Google puede ayudarnos a buscar, no puede (ni debe) sustituirnos para encontrar.
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