4 de febrero de 2012

El enigma y el espejo

Otro de los libros comprados en el Mercat de Sant Antoni. La causa fue el autor (autor del famoso El mundo de Sofía) y el texto de la contraportada. La consecuencia ha sido un libro que me ha parecido francamente aburrido, con demasiado Dios para un libro de "divulgación filosófica" y una excusa para no leer (de momento) El mundo de Sofía (igual que ver Avatar era una excusa para no ver Titanic (esto espero que permanentemente).
Como ejemplo de los excesos "cristianizantes" el siguiente fragmento:
«¿No pensarás que Dios creó un universo tan grande sin ningún motivo, verdad?» (p. 119)
Más acertada me parece esta reflexión de la página 130 y que, además, tiene mucho que ver con lo que sucediera ayer y cabe interpretarlo como una bienvenida para Mireia
«- Cuando llegamos al mundo recibimos un mundo entero de regalo.

(...)

- Pero no somos solamente nosotros los que llegamos al mundo, también se puede decir que el mundo llega a nosotros.
- Es casi lo mismo, ¿no?
No.