4 de julio de 2010

La venganza de La Tierra

En primer lugar, y aunque el libro del Lovelock puede interpretarse como una defensa de la energía nuclear, en La venganza de La Tierra se expone claramente la problemática de una Tierra viva de la que somos parte y de la que

«No estamos mejor cualificados para ser los administradores o promotores de la Tierra de lo que las cabras lo están para ser jardineros.» (p. 200)
Formamos parte de un todo que se puede interpretar como un organismo vivo que se autorregula para poder continuar. La Tierra se comporta como cualquier ser vivo, que ante una infección, por ejemplo, eleva su temperatura para combatirla mejor y, de este modo, poder perdurar más tiempo, en eso consiste básicamente la hipótesis de Gaia. Ciertamente se establece un paralelismo entre la infección del planeta (los humanos) y su fiebre (el calentamiento global).

Entre las soluciones que propone están rebajar la humanidad hasta una cifra de entre 500 y 1000 millones de habitantes o buscar la manera de sintetizar comida y olvidarnos de la comida tal y como la conocemos ahora mismo. En todo caso queda claro que

«La ideología de la sociedad industrial, basada en el crecimiento económico, niveles de vida cada vez más altos y la fe en que la tecnología lo arreglará todo es insostenible a largo plazo. Para cambiar nuestras ideas tenemos que trabajar hacia el objetivo de una sociedad humana en la que la población, el uso de los recursos, el procesamiento de residuos y el medioambiente muestren en términos generales un saneado balance.» (p. 214)

Dicho esto, y con las contradicciones implícitas de quien sabe que no es ni puede ser mejor jardinero que una cabra y aún así se atreve a dar consejos sobre como cuidar el césped, una cosa queda clara y es evidente. Vivimos por encima de las posibilidades del planeta y quizá él esté respondiendo. En todo caso, y como dijo en El contenedor del 19 de diciembre de 2006 Luis Pomar, lo que está en peligro no es la vida en La Tierra, sino la supervivencia de la especie humana, que es una cosa bien distinta, como bien distinto es que podamos hacer algo para evitarlo.

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